Otras atracciones de la cuenca
Además de Marennes-Hiers-Brouage y Bourcefranc-Le Chapus, la cuenca de Marennes incluye otras localidades como Nieulle sur Seudre, Le Gua, Saint-Sorni y Saint-Just-Luzac... Recorrer en bicicleta estos pueblos y ciudades con mercado es una excelente manera de descubrir una zona con un rico patrimonio cultural y natural. Súbase a su bicicleta y aproveche los senderos de Seudre para recorrer tranquilamente estos pueblos y descubrir todos sus tesoros.
Le Gua
La proximidad de Le Gua a las principales estaciones balnearias, su tranquila campiña y sus suaves marismas la convierten en un lugar ideal para vivir. Le Gua cuenta con una ciudad mercado y varias aldeas pintorescas. En algunas partes de las marismas, se encuentran pequeños refugios de piedra conocidos como saloches o tourettes. Se utilizaban para almacenar sal o como supuesto refugio de los aduaneros para vigilar los cargamentos de sal.
Saint-Sornin
En el corazón de este encantador pueblecito de casas con carácter, la iglesia románica dedicada a Saint-Saturnin contiene frescos de visita obligada. La torre de Broue, desde su promontorio natural, es testigo de la ancestral actividad salinera en las marismas de Brouage. Este centinela ofrece una vista excepcional de la flora y la fauna. Los senderos señalizados permiten descubrir todos estos tesoros. Una antigua granja ha sido restaurada y de abril a mediados de septiembre alberga una exposición titulada "En busca del oro blanco", sobre el antiguo golfo de Saintonge y el comercio de la sal.
Saint-Just Luzac
La ciudad católica de Saint-Just y la ciudad protestante de Luzac son ahora la misma. Saint-Just Luzac es famosa por su campanario... ¡que nunca se terminó! Interrumpida por las Guerras de Religión, su construcción nunca se reanudó. Varias fincas y castillos siguen siendo testigos de la dominación señorial sobre esta región salinera.
En el corazón de las marismas de Seudre, podrá admirar el Moulin des Loges, uno de los últimos molinos de mareas de Europa aún en funcionamiento. Durante una visita guiada de unos 45 minutos, descubrirá la historia de este molino del siglo XVIII, restaurado en el año 2000. Su guía le desvelará los misterios de este mecanismo artificial, que permanece estrechamente ligado a su entorno natural. De abril a octubre, también se organizan demostraciones de molienda. Los alrededores son ricos en flora y fauna.
Nieulle-sur-Seudre
Nieulle-sur-Seudre, la "Neuve-Ville", parece descansar sobre las marismas; las mismas marismas que el Seudre alimenta regularmente. A veces agrícola, a veces ostrícola, por su situación es a la vez tierra y mar, dulce y salada. Entre los "querreux" y las "saloches" que conforman el carácter del lugar, se puede tomar el sendero que conduce a Port Paradis, un pequeño puerto ostrícola donde hay algunas cabañas a lo largo del canal y de Recoulaine, y que ofrece hermosos paseos entre los criaderos de ostras.