Saint-Trojan-les-Bains
Naturaleza y bienestar son las señas de identidad de este pueblo, clasificado como estación balnearia desde 1898. Con un paseo marítimo que recuerda el encanto de antaño, sus villas de la Belle Epoque siguen siendo testigos de los inicios de los centros de vacaciones y de los primeros baños de mar. Saint-Trojan-les-Bains es también un lugar donde abundan la flora y la fauna. Explore el bosque estatal a pie, en bicicleta o en el trenecito. Sin olvidar, cada año, la fiesta de la mimosa que perfuma toda la isla a principios de febrero.
Playas...
Su situación en elextremo sur de la isla de Oléron, entre el océano Atlántico y el coureau d'Oléron, protegida de las tormentas por un magnífico bosque de 2.000 hectáreas, ofrece a los visitantes una gran variedad de playas:
- La petite plage: resguardada en la orilla del coureau, bordeada de chalés dela "Belle Epoque", esta playa es frecuentada por asiduos que se reúnen por el encanto y la tranquilidad de un sitio resguardado. Muy cerca, el Centro Náutico del Coureau d'Oléron (CNCO) ofrece una amplia gama de deportes náuticos para todas las edades. Un transbordador permite también la travesía entre Saint-Trojan y La Tremblade.
- La plage du soleil :Situada a lo largo del paseo Manson, frente a Ronce les Bains, orientada al sureste, la plage du soleil merece su nombre. Es ideal tanto para los niños como para los padres.
- Plage de Gatseau: Estagran playa, protegida del viento y las olas, está orientada al Sur y es muy popular entre las familias. Es una playa vigilada en verano y accesible a personas con discapacidad. Cuenta con el"P'tit train de Saint-Trojan", que ofrece un paseo salvaje y encantador.
- La grande plage: En la costa oeste, frente al océano Atlántico, a lo largo de 3 km, más allá del bosque y las dunas, es la playa más conocida y popular de Oléron. Un sendero conduce a la playa, a la que se accede por la carretera forestal o por el carril bici de la entrada del pueblo. Playa vigilada en verano, sus dimensiones y su carácter salvaje la convierten en la preferida de los surfistas y los bodyboarders. Aquí se practican numerosas actividades: surf, kitesurf, vela de arena, etc.
Un pueblo de inspiración
Si Saint-Trojan-les-Bains es una de las estaciones balnearias con carácter, es en parte gracias a su puerto ostrícola, bordeado de coloridas cabañas de madera que son un espectáculo en cada paseo. Hoy en día, algunas de estas cabañas siguen siendo utilizadas por los ostricultores. Sus productos se venden para el transporte o en los mercados locales.
Otras se han restaurado para alojar a los artistas del pueblo de los artistas. Fueron cedidas a la comuna por antiguos ostricultores y sometidas a una importante renovación en 1997. Pintores, artistas de todo tipo y galerías se han instalado en estos auténticos lugares patrimoniales. Así que si le gusta la pintura, el arte y la diversidad de expresión... Saint-Trojan-les-Bains y sus artistas están listos para recibirle.
Ah, los viejos tiempos...
Además de por sus playas, Saint-Trojan-les-Bains también es famoso por sus numerosasvillas costerasde finales del siglo XIX y principios del XX. La introducción de los primeros enlaces de vapor, la apertura del ferrocarril y la aparición de los primeros baños de mar a finales del siglo XIX trajeron a Saint-Trojan una afluencia turística sin precedentes. El refugio que ofrece el bosque, combinado con un clima muy favorable, hizo del pueblo una estación muy popular entre los veraneantes. Las numerosas villas de la Belle Epoque que se pueden contemplar hoy en día son testimonio de este periodo glorioso, con sus diversas inspiraciones regionalistas y evocaciones de viajes: cottages ingleses, villas vascas, castillos neogóticos, etc. Dan una idea de lo que era el turismo popular en Saint-Trojan. Dan una idea de lo popular y "pijo" que pudo ser el balneario en aquella época. Algunos están protegidos. Obsérvese la diversidad de materiales utilizados en la construcción: mampostería, sillería, ladrillo, madera, tejas mecánicas, pizarra...
La fiesta de la Mimosa...
Cada año en febrero, Saint-Trojan-les-Bains acoge a miles de personas para celebrar la Mimosa. La mimosa, que florece una sola vez al año, está presente en la isla de Oléron desde finales del siglo XIX. La presencia de la planta aquí es el resultado de una historia sorprendente. Una joven pareja que regresaba de unas vacaciones en la Costa Azul trajo de vuelta esta famosa planta perfumada con sus bolas doradas. El clima templado hizo el resto. Hoy, la mimosa ha proliferado por toda la isla, cubriendo numerosos jardines.
Cuando se celebró por primera vez, el 8 de febrero de 1959, se conocía como el "Día de la Mimosa ". Cerca de 2.000 vehículos tomaron el transbordador hasta la isla de Oléron para asistir a los festejos y admirar a la primera "Reina de la Mimosa", Colette Coussy. Con el paso de los años, la Fiesta de la Mimosa ha ido acogiendo cada vez a más amantes de este árbol de flores doradas, y a más visitantes curiosos, atraídos por el embriagador aroma que emana de todo el pueblo. Hoy en día, más de 20.000 personas cruzan el viaducto en cada Fiesta de la Mimosa, paseando por las calles del pueblo de Saint-Trojan para disfrutar del desfile de carrozas florales y bailar al ritmo de las bandas y la música más tradicional.